El sistema está pensado como una forma de ayudar al consumidor a ahorrar tiempo, es decir, en hacer las compras en un periodo de tiempo más corto al que normalmente emplea por lo que seguido de un registro el consumidor puede alimentar al sistema con su lista de compras o señalar, por ejemplo, los alimentos a los cuales es alérgico para que el sistema le avise en tacharlos de la lista de compras, además de recibir información como listas alternativas con productos equivalentes pero más baratos.
Más allá de la ayuda a la hora de comprar, el dispositivo permite escuchar música, encontrar a amigos en el pasillo en el cual se encuentra, permite una conversación por chat con otros consumidores que se encuentran en la tienda o navegar por Internet. Una vez hecha la compra, no es necesario sacar del carro producto a producto en la caja registradora para efectuar su cobro. El valor total a pagar aparecerá automáticamente en el sistema de pago del establecimiento.
Para que todo funcione correctamente, es preciso que los productos lleven una etiqueta RFID (identificación por radiofrecuencia). Un método de identificación automática que todavía no es muy utilizada en Portugal, pero que se espera que lo sea en un futuro no muy lejano.
El carro de compras inteligente lleva por nombre Grocer y estéticamente es igual a los que se encuentran hoy en día en las tiendas. Será probado y presentado al mercado minorista portugués a través de varios mensajes. “Para que optimicen el negocio con una tecnología con gran potencial y para que estén atentos los clientes del futuro”, comenta José Ribas, de Wipro Retail. “Se pretende que la experiencia de compra se convierta en algo agradable”, subraya Pedro França, de Creativesystems. “Crear emociones en la experiencia de compra”, añade João Vilaça, de la misma empresa.
Con información de RFID Magazine