Un estudio para determinar como los espacios para estacionar son usados y si los automovilistas pagan por estacionar, fue realizado por el puerto de San Francisco conjuntamente con la Agencia Municipal de transporte de la Ciudad (MTA).

Para el mismo han desplegado una red de sensores inalámbricos que detectan cuándo y dónde un auto es estacionado en la calle.

Para la prueba piloto el puerto utilizó equipamiento y software de Streetline Networks, que le permitió realizar el control de unos 200 espacios para estacionar. El sistema permite conocer el momento en que un auto se retira y así comparar con el dinero recibido y conocer si se realizó el pago y si este fue correcto. Por su parte, el Municipio instaló sensores adicionales en una zona paga de estacionamiento de Columbus Avenue.

Bryant Woo, Ingeniero del Departamento de Tránsito de San Francisco, explicó que con la información recolectada «la ciudad podrá revisar la tasa de ocupación y de recambio de los lugares y así determinar si los límites de tiempo deben ser modificados».

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Por Editorial

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