Solicitudes de permisos, de becas y subvenciones, pago de impuestos, registros de coches, etc., son algunos de los procesos en los que la utilización del BPM es clave para proporcionar a los ciudadanos servicios similares a los del sector privado. El poder comprobar y asegurar la correcta recopilación de información y la seguridad de la misma a lo largo del proceso de vida de las diversas gestiones, siendo posible la colaboración entre distintos organismos, potencian la implantación del BPM en la Administración Pública, según los autores de este artículo.