Una guardería de París llevará a cabo un experimento que consiste en poner un chip RFID en la ropa de cada niño de forma que se pueda controlar dónde están en cada momento y se active una alerta en caso de que salgan del recinto.

Los chips establecerán una conexión permanente con un centro de control de vídeo de esta guardería, y eso permitirá saber si alguno de los alumnos sale de la guardería. En ese caso, la dirección del centro será alertada inmediatamente, al igual que los padres, que recibirán un mensaje en sus teléfonos móviles. La tecnología RFID que se usará actúa como un GPS en miniatura, en este caso con el envío regular de señales por frecuencia de radio.
 

Por Editorial

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