La tecnología RFID activa permitirá llevar a cabo una gestión de seguridad, con el control en tiempo real de accesos a sala del centro de datos y a los armarios; la gestión de activos, con el inventario y rastreo de equipos; y de energía, con el control de la humedad, temperatura y líquidos en salas y armarios, donde «una variación de la refrigeración, debido al gran calentamiento que provocan los centros de datos, perjudicaría al material informático.