Este es el caso de Sachsenmilch, una compañía que produce más de 25 productos distintos de queso y leche en Alemania y que quería asegurase de que cada tipo de queso fermentaba el tiempo preciso y bajo las condiciones pertinentes de temperatura, humedad y circulación de aire. Además, la compañía debía automatizar la recogida de datos para cumplir con los requisitos de la Unión Europea.
Sachsenmilch decidió implementar así un sistema RFID que proporciona una visibilidad completa sobre el proceso de fermentación de los productos. La empresa afirma haber etiquetado ya unos 1500 carros con tags de Texas Instruments que operan a 134.2 kHz y que son interrogados por lectores de Brooks Automation. Desde la implantación del nuevo sistema, la compañía obtiene datos precisos y en tiempo real de todo el proceso de fermentación y puede mejorar otros procedimientos como el desarrollo del producto.