Según los responsables de sistemas de estas entidades, existe un importante reto para reducir el volumen de papel impreso tanto interna como externamente en las oficinas. Gran parte del problema radica en que no está totalmente implantada una cultura de ahorro de papel entre los empleados. A esto hay que añadir que los clientes están acostumbrados a tener sus recibos y sus documentos en papel, lo que genera un gasto innecesario.
Pese a que el sector esta haciendo un importante esfuerzo en sustituir por extractos digitales la actual correspondencia en papel, así como en digitalizar muchos de sus documentos, lo cierto es que el cambio se está desarrollando lentamente ya que, además, la Administración y diferentes trámites burocráticos siguen exigiendo la impresión en papel de los documentos. Asimismo, las entidades bancarias se encuentran en un periodo de transición que les obliga a simultanear plataformas tradicionales con las tecnológicas, lo que ralentiza este proceso de cambio; algo difícil de lograr cuando los usuarios no están muy familiarizados con la tecnología.
Algunas de las soluciones para reducir estos costes marginales de impresión innecesarios pasan por recurrir al outsourcing, descentralizar los sistemas de impresión y delegar estos servicios en empresas especializadas, con lo que se reducirían sus costes, a la par que supone un importante beneficio para los empleados por no tener que perder tiempo en realizar tareas no asociadas a su negocio, como cargar papel, llamar al servicio técnico, etc. que pueden ser resueltas por este tipo de servicios externos.
Ante las necesidades de gestión documental que plantea el sector bancario, Kyocera, compañía dedicada al desarrollo de soluciones de impresión que encargó el estudio, ha decidido impulsar y desarrollar especialmente los servicios de consultoría documental y de costes.
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