La comunicación near-field permite transmisiones de datos a frecuencias de 13.56 MHz entre aparatos situados a 10 centímetros de distancia. El mecanismo funciona cuando los dos aparatos, el glucómetro y la bomba, se acercan, suministrando la insulina al paciente directamente por vía sub-cutánea.
El diabético sólo tiene que utilizar el glucómetro para medir el nivel de azúcar en sangre, acercar los resultados a la bomba de insulina y ésta, en caso de ser necesario y previa aceptación de la persona, inyectará el líquido autónomamente. Este mecanismo proporciona al paciente un control total sobre su tratamiento, ya que es él quien acepta o rechaza la dosis de insulina inyectada por la bomba.