La cuestión pendiente sería la de la seguridad: garantizar que el uso del teléfono para pagar no será aprovechado por dispositivos “espías”. A pesar de las dificultades, las ventajas con las que cuenta el sistema harán que éste se extienda en poco tiempo. Esta tecnología opera en la frecuencia de 13,56 megahercios, una franja donde no es necesario disponer de una licencia administrativa para usarla.