El proyecto, alineado con la política medioambiental del gobierno japonés, cumplirá un triple objetivo: reducir el consumo energético y los gases de efecto invernadero producidos por el centro de datos, ofrecer un entorno seguro con un grado de seguridad militar para los datos albergados en esos sistemas, y aplicar un nuevo modelo de utilización de las TI basadas en el pago por uso y no en la inversión en equipos.
Para el desarrollo del proyecto, Sun implantará en la mina japonesa treinta Blackbox, un contenedor industrial formado por unidades estándar que albergan en su interior infraestructura de servidor, almacenamiento y redes, además del suministro eléctrico y de refrigeración necesario para mantenerlo. Se trata de un centro de datos modular, completo y totalmente pre integrado que permite su despliegue de forma instantánea en cualquier momento y lugar.