Esta compañía multinacional ha participado activamente en la organización EPCglobal para alcanzar los estándares Gen 2. Éstos ofrecen significativas ventajas respecto a tecnologías anteriores, como un rendimiento más consistente, una más amplia conexión con distintas fuentes de suministro y una velocidad de lectura mucho mayor.
Kimberly-Clark cuenta con un laboratorio propio en EE.UU. donde compara y prueba tags RFID en entornos muy parecidos a las condiciones reales que se dan en la cadena de suministro. “La selección del inlay AD-220 ha estado precedida de numerosas pruebas en nuestro laboratorio certificado por la EPCglobal”, comenta Gary Clement, responsable de desarrollo tecnológico de Kimberly-Clark, “Buscábamos un suministrador que nos proporcionara un producto de calidad a un coste efectivo y que tuviera un profundo conocimiento sobre los potenciales beneficios que ofrece la RFID”.
Avery Dennison, empresa estadounidense que centraliza en Viena (Austria) su presencia en Europa, prevé que este año las ventas de inlays Gen 2 se incrementen de manera rápida. Su objetivo para 2006 es alcanzar los 10 millones de dólares de ingresos, incluyendo sus operaciones con Kimberly-Clark y con otras empresas cuyos acuerdos anunciará próximamente.
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