Esta novedad en RFID, presentada en la Exposición Internacional de Turismo celebrada la semana pasada en Berlín, permite localizar y monitorizar vehículos, controlando sus movimientos y proporcionando una información más precisa sobre sus horarios. Está pensada para todo tipo de transporte, desde tren a autobuses o coches, y su punto fuerte es su bajo coste frente a complejos sistemas de seguimiento vía satélite.
El funcionamiento es el siguiente: Cada parada estará equipada con radio-chips, mientras que los vehículos contarán con unidades de lectura. En el momento en que éstos acceden a la zona de la parada, se leerá su número de identificación automáticamente sin contacto alguno, y esa información se transmitirá al centro de control operativo, desde el que sus responsables pueden aplicar cualquier cambio en su horario en función de la información recibida y comunicarlo o bien directamente a los pasajeros, al personal dentro de los vehículos o a paneles electrónicos informativos.
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