Cuando el proceso está debidamente planificado y ejecutado, parece que se convierte en algo mágico: empujar el papel a través del escáner y ver que aparece en la pantalla. Pero a menudo la gestión de imágenes no está tan cuidadosamente planeada o ejecutada como debe ser, para los asuntos que son -o deberían ser- fácilmente evitables. De hecho, se estima que el 40% de todas las imágenes de documentos y trabajos se ha re-trabajado. Esa es una proporción significativa si tenemos en cuenta los esfuerzos que van en el despliegue de sistemas de imágenes de documentos, por lo que bien vale la pena evitar los escollos importantes.
Éstos son algunos de los errores más comunes que pueden descarrilar las implementaciones de software de imágenes de documentos y equipos de escaneo:
-Pobres convenciones de nomenclatura del documento, o ninguna
-Tener expectativas poco realistas
– Falta de definir las necesidades
– Olvidar la parte física del proceso