La guía recoge una serie de comportamientos que deben tener las organizaciones que manipulan a través de la RFID información privada referida a personas en cuanto a su notificación, petición de consentimiento, acceso, transmisión y seguridad.
Han participado en su elaboración el Center for Democracy & Technology (CDT), la Asociación de Bibliotecas Americana (ALA), aQuantive, Cisco Systems, Eli Lilly and Company, IBM, Intel, Microsoft, National Consumers League, Procter & Gamble, VeriSign y Visa USA. Y contaron con el consejo de Elliot Maxell, consultor de RFID de la Universidad Johns Hopkins.
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