Sakae Sushi, empresa con establecimientos en Asia y en el extranjero, implementó un sistema RFID diseñado para mantener fresco su sushi cuando se desplaza desde la cocina hasta las mesas de los clientes. Así, las etiquetas RFID insertadas debajo de cada plato de sushi envían información a una computadora central, que da seguimiento al plato y asegura que no “expire”.
Así, con el sistema RFID, en lugar de chequear la frescura del sushi, el chef puede concentrar su atención en la preparación del alimento. El sistema también puede utilizarse para dar seguimiento a la demanda, permitiendo a los chefs preparar menos platos de sushi de inferior demanda, de modo que se logra un mínimo de pérdida de los productos.