Wolf Bielas, presidente de RSI ID Technologies, compañía integradora de procesos para la automatización de negocios, asegura en una entrevista que la compañía apuesta por etiquetas de calidad y no se obsesiona con la guerra de precios.

“El tag será mejor en cuanto a rendimiento, no en cuanto a coste”, asegura el presidente de RSI, Wolf Bielas, en una entrevista publicada por Computer Business. Y es que la compañía apuesta por etiquetas que pueden ser detectadas por los lectores RFID a una distancia un 40% mayor que las actuales. Además, el dispositivo es insensible a la orientación, o lo que es lo mismo, puede ser leído tanto horizontal como verticalmente, lo que significa que puede ser insertada en los palets rápidamente.

Con ello, la compañía quiere situarse como un fabricante RFID enfocado en el rendimiento. Según Biela, “a medida que el mercado madure, las funcionalidades especiales serán más ventajosas”. Actualmente, RSI es el único fabricante de equipos de testeo RFID en EEUU, según han asegurado fuentes de la propia compañía, y una tercera parte de su facturación proviene de la venta de este tipo de productos.

Mientras en RSI esperan la demanda del mercado derivado de la necesidad de cumplir conformidades, que según Biela llevará un alto volumen de negocio en el largo plazo, la compañía llena el vacío con clientes que utilizan la RFID internamente, entre los que se incluyen el Departamento de Defensa norteamericano y aeropuertos, entre otros.

A finales de septiembre, RSI anunció una tag de menos de 15 céntimos en pedidos de un millón de unidades. Para clientes que se comprometan en pedir unas 4 millones de unidades al año o un contrato de volumen bianual, el precio bajaría a 9,9 céntimos en diciembre de 2006.

Cabe señalar que el precio de las etiquetas en EEUU ha causado confusión entre los medios generalistas, que citan en realidad el precio de la inlay, que sólo es un componente de la tag. El inlay, formado por una antena y un chip de silicio, debe ser convertido en una etiqueta, lo que acaba por doblar su coste.

Biela ha asegurado que la mayoría de los competidores de la compañía, al contrario que RSI, venden las etiquetas más económicas por debajo de su coste. RSI puede vender tags a bajo precio y mantener sus márgenes de beneficio porque es la única compañía en EEUU que fabrica todos los componentes de una etiqueta, excepto el silicio.

La compañía, cuyo negocio de código de barras, con clientes como IBM, Hitachi, Hewlett-Packard o Matsushita, supone un 75% de su facturación. La idea es ir convirtiendo progresivamente a estos clientes a la tecnología RFID.

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RSI ID Technologies

Por Editorial

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