El centro, que ocupa 3200 metros cuadrados, proporciona a los visitantes experiencia práctica sobre cómo duplicar las operaciones que realizan los componentes requeridos por una solución RFID, para que ésta tenga éxito. Las etiquetas RFID están integradas a sistemas de manipulación de materiales, de forma que los clientes pueden observar los procesos en las condiciones operacionales reales. La instalación dispone de sistemas transportadores para probar los tags RFID y codificar hasta 60 cajas por minuto.
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