Esta compañía, que vende diariamente nueve millones de productos, necesitaba un sistema con el que gestionar no sólo su aspecto financiero sino también el referido a los procesos operativos, sus estrategias y sus tácticas. Antes de usar Proclarity, los KPIs se recolectaban manualmente, invirtiendo en ello mucho tiempo. Ahora, este programa los genera y son analizados mediante balance scorecards personalizados por sus usuarios de diferentes niveles, atendiendo a distintos mercados, culturas y geografías.