El despliegue de tecnologías IoT, como los sensores de este proyecto, implica un aumento de la información disponible para las empresas, por lo que garantizar la ciberseguridad en la gestión de datos de infraestructuras críticas es un desafío cada vez más complejo. Según datos del Ministerio de Interior, en los dos primeros meses de 2018 se ha duplicado el número de ciberataques a este tipo de infraestructuras respecto a todo 2017. Los ataques externos a estas infraestructuras son especialmente sensibles, ya que se dirigen a sectores esenciales como el del agua. Además, los gestores de los datos de estas infraestructuras hacen frente a un reto adicional: colaborar y compartir grandes volúmenes de información de manera segura.
Así funciona: análisis en tiempo real de cualquier ciberamenaza
Esta solución combina distintos datos sensibles, que requieren una gobernanza sofisticada, para detectar de manera visual y en tiempo real cualquier patrón no habitual en la red de suministro. «Podemos detectar amenazas de forma precoz y prevenirlas a tiempo. La rapidez y detección es fundamental en ciberseguridad», explica Eduardo di Monte, CEO de Oylo y responsable de la integración del proyecto.
En primer lugar, se integra bajo un modelo Big Data toda la información procedente de múltiples fuentes, entre ellas los sensores ubicados en las instalaciones. Todos estos datos se procesan e interrelacionan a través de la plataforma Qlik Sense y su motor asociativo, que genera relaciones entre los datos.
Posteriormente, gracias a las prestaciones de analítica visual de la herramienta, se crean indicadores de ciberseguridad y cuadros de mando específicos que ofrecen visualizaciones interactivas personalizadas. Estos indicadores atienden las distintas necesidades analíticas de cada categoría de usuario, desde personal técnico hasta la alta dirección. Gracias a estos cuadros de mando interactivos, los profesionales pueden identificar visualmente y de forma rápida e intuitiva cualquier incidencia o anomalía en el tratamiento de los datos e, incluso, la procedencia geográfica de los ciberataques mediante mapas actualizados en tiempo real.
Estos cuadros de mando son responsivos, por lo pueden ser consultados desde cualquier lugar a través de dispositivos móviles, lo que constituye una ventaja para los técnicos que operan sobre el terreno. Además, se pueden compartir fácilmente con otros grupos de trabajo y en diferentes momentos, ya que se actualizan con información en tiempo real.
El resultado es una mayor agilidad en la toma de decisiones clave, garantizando el control de la información en todo momento. «La sencillez es una de sus principales aportaciones. Gracias a su responsividad y sus posibilidades colaborativas, se garantiza el control de toda la información y la calidad en la prestación de servicios», explica Eduardo di Monte, CEO de Oylo.
Rafael Quintana, Regional Sales Manager de Qlik, ha señalado que «la era del IoT abre muchas oportunidades, pues disponemos de más datos que nunca. El reto es, sin embargo, poder transformar estos datos en información. Convertir una ‘inundación’ en ‘agua potable’. Poder compartir y gestionar la información de manera segura es una prioridad, especialmente en la gestión de un bien tan sensible y básico como el agua».