Miembros de las dos instituciones seleccionaron el empleo del reconocimiento del iris por encima de la tecnología de reconocimiento de huellas digitales, que es más barata y común, porque el primero utiliza 235 puntos únicos en el iris, mientras que el de huellas digitales tiende a usar de 70 a 90 puntos de referencia. Los sistemas se han venido introduciendo en las prisiones y los únicos estados que faltan son Alaska y Hawaii.