Roberti asegura que, después de tres años diciendo que todavía no era el momento del despegue de la tecnología, el año 2006 por fin podría serlo. Actualmente, los “early-adopters” ya empiezan a cuantificar los costes y beneficios de la implementación, aunque todavía queda mucho trabajo por hacer, sobretodo por parte de los fabricantes de etiquetas, cuyos productos siguen dando errores o directamente no funcionan en un porcentaje demasiado elevado. Otro tema delicado es la interoprabilidad entre los diferentes fabricantes.