Aunque la biometría ha sido criticada en ocasiones en la industria minorista debido a que se asocia con intentos fallidos por sustituir las tarjetas de crédito y los cheques por una huella digital, hoy en día se observa un potencial crecimiento en el sector minorista como solución de gestión de horarios, asistencia u otro uso relativo a la fuerza laboral. Esto es por los beneficios que esos sistemas ofrecen a los comercios y en segundo lugar, la evolución que ha experimentado esa tecnología a través de los años para eliminar los problemas que los usuarios confrontan con esos sistemas.
Cabe destacar que entre los beneficios que aporta el sistema biométrico de gestión de fuerza laboral en el entorno minorista, destaca que el trabajador tiene que estar presente, y cualquier transacción que requiera aprobación del gerente ya no estará sujeta a una tarjeta de identificación robada o extraviada, ya que el gerente tendría que estar presente.
A esto se suma que en el pasado los comercios minoristas probaron sistemas que confrontaban problemas con huellas digitales dañadas por heridas o sustancias en los dedos. Pero hoy se utilizan escáneres sin contacto y de sub-superficie, como son los escáneres vasculares que autentifican al usuario en base a su patrón venoso único del dedo o de la palma.