Según los expertos es imprescindible dedicar tiempo e importancia a la planificación de las posibles amenazas y los recursos de los que dispone la empresa para hacerles frente. Entre estos recursos, se recomienda tener dos centros de operaciones suficientemente separados como para evitar que el mismo desastre afecte a los dos o bien guardar la información y los servidores en un centro diferente al de trabajo. Por otro lado, existe la posibilidad de contratar servicios externos para que salvaguarden nuestro negocio, ya que las compañías que ofrecen estos servicios suelen tener buenos planes de recuperación del desastre y suelen situarse en búnkeres o unidades especiales.