La Comisión Federal de Comercio estima que a unos nueve millones de estadounidenses se les roba la identidad cada año. El Centro de Derechos por la Privacidad (PRC, por sus siglas en inglés) estima que 245 millones de registros han sido comprometidos debido a problemas de seguridad desde enero de 2005.
La operación policial llevada a cabo por el proveedor de software de seguridad Symantec mostró que las cuentas de tarjetas de crédito robadas se venden en Internet como si fueran productos, con un descuento por cantidad de 1 dólar si compras 100 o más.
Según explica Paul Beverly, presidente de Gemalto EEUU, «es hora de que los ejecutivos de los servicios financieros, el comercio minorista y servicios en línea comiencen a cuestionar ese mantra tan usado de que las pérdidas por fraude son un costo aceptable del negocio».