Lo primero a considerar es hacerse una pregunta ¿Realmente necesita mi organización un ECM o puedo mejorar mis procesos de gestión sin invertir en él? Toda vez que haya usted respondido esta interrogante y que sí necesite un ECM, entonces elija un software que además de proporcionar gestión de documentos también agregue herramientas de colaboración como correos electrónicos y grupos de discusión. Considere que el ECM que elija sea adaptable al entorno tecnológico existente, que sea escalable, que tenga modo de recibir soporte técnico y actualizaciones constantes. Finalizando considere que esta solución este alineada a sus metas financieras de ROI, cumpliendo con el objetivo de costo beneficio así como que esta adopción no comprometa demasiados recursos dejándolo sin posibilidades de flujo de efectivo.
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