Hasta hace poco, la idea de que una misma etiqueta pudiese leerse en Asia, Europa y los EEUU era más bien una teoría, dado que las etiquetas RFID estaban optimizadas para actuar en determinadas frecuencias. El Global RFID Tag BenchmarkTM demuestra que la innovación en el campo de las etiquetas ha producido algunas etiquetas realmente globales.
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