Los procesos de negocio de una organización se identifican partiendo de los propios objetivos, y se describen mediante flujos de actividades que se representan mediante diagramas de actividades UML. De este modo, los casos de uso del sistema se obtienen a partir de las actividades de los procesos del negocio, se organizan jerárquicamente y se facilita su desarrollo iterativo e incremental.
A la vez que se realiza el modelado del negocio y de los requisitos, las reglas de negocio de la organización se recogen en un glosario, en forma de especificación de las actividades y de los casos de uso asociados, así como de los objetos de información y de las clases que los implementan. Esto permite mantener las correspondientes relaciones de trazabilidad entre los diferentes artefactos del modelado.