El festival de música en nueva Jersey, Bamboozle, se ha convertido en el último concierto en adoptar la próxima generación de tecnología RFID (Radio frequency ID). Fueron alrededor de 90 mil asistentes los que ingresaron con una pulsera que era leída a través de portales de entrada digitales. La compañía inglesa ID&C fue la proveedora de las pulseras, con un microchip adherido a una etiqueta a prueba de agua. Los tickets en papel estuvieron completamente ausentes en los siete escenarios del festival. De acuerdo con organizadores del evento, el festival fue un éxito gracias al uso de dicha tecnología.

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Por Editorial

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