El sistema dependiendo del software que se utilice tiene variaciones pero, básicamente, el proceso consiste en validar el cheque, como es habitual, y escanearlo; el escáner captura la imagen y la cantidad económica indicada en él y se transmiten los datos, directamente, al banco donde se tiene la cuenta, todo ello mediante una conexión encriptada de internet. La operación termina con un informe sobre las acciones realizadas.
Apretando un solo botón pueden llegarse a crear hasta 65 imágenes de cheques y, simplemente, con otro click son enviados a la entidad bancaria oportuna. De esta manera, se evitan también errores manuales en anotaciones que pueden cometer los empleados de los bancos. Pero lo más valorado por sus usuarios es el ahorro en tiempo y dinero que supone el no tener que desplazarse al banco, poder hacer los ingresos en cualquier momento y saber que el montante se añade directamente a la cuenta.
El Associated Bank es uno de los bancos pioneros en este sistema y algunos de sus clientes cifran en una hora y media diaria el tiempo que se ahorran al no tener que enviar personal al banco, lo que les costaba entre 6 y 12 dólares, más de los 5 dólares que cuesta cada conexión para ingresar cheques online.
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