Los clientes regulares pueden tener una tarjeta con tecnología RFID, lo que permite que al ingresar al local los comerciantes ya sepan de quien se trata y cuáles son sus gustos. Por otro lado, al poner lectores cerca de los probadores los clientes tienen la posibilidad de acercar las etiquetas de las prendas y conocer todos los datos relacionados con el producto, como el origen de los materiales usados, o los accesorios sugeridos para combinar con la prenda.
Otro de los beneficios de utilizar tecnología RFID en la industria de la moda es que mejora el tiempo de las transacciones en los puntos de venta.