El microchip del tag opera a 13.56 MHz y está basado en el estándar ISO 14443-A. El tag funciona junto a un software de gestión de acceso que permite la codificación y lectura del tag, además de una aplicación de autentificación de producto que permite a los propietarios de los productos etiquetados autentificar los tags. Esta diseñado para asegurar que el tag original no ha sido falsificado, clonado, o comprometido de alguna otra forma.
Estos tags RFID HF serán los primeros disponibles comercialmente que utilizarán el diseño de seguridad RSP (RFIDsec Secure Protocol), creado por la compañía. El objetivo del sistema es ofrecer una alternativa segura al sistema “kill tag” que suele utilizarse en el punto de venta para desactivar la etiqueta RFID. El sistema de la compañía danesa permite mantener el tag “vivo” pero silencioso, con lo que el tag sigue siendo útil en caso de asistencia post-venta o mantenimiento, pero sólo se activa cuando el propietario da permiso para leerlo.
El sistema RSP funciona mediante una clave de 128 bits para dar acceso a datos específicos en el tag o para autentificarlo. La clave puede consistir en valores numéricos u otros caracteres elegidos por el propietario del ítem después de su compra. A partir de entonces, a menos que un lector que intente comunicar con el tag conozca esa clave, el tag no responderá para indicar su presencia.
El software de gestión de acceso RFIDsec gestiona los derechos de lectura y escritura de datos en el tag. La filosofía de la compañía es que el consumidor pueda gestionar los tags de sus propios ítems, aunque son conscientes de que eso no será posible hasta que los consumidores no tengan su propio lector RFID.
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