Científicos australianos han desarrollado una red de sensores inalámbricos para monitorear el ambiente y riesgos potenciales para la selva australiana. El grupo ha desplegado sensores inalámbricos alimentados por energía solar en el Parque Nacional Springbrook para medir factores ambientales que pudieran afectar el ritmo de la reforestación en el área protegida.