Para la construcción del oleoducto se requieren millones de toneladas de mercancía y de piezas de equipamiento. La aplicación de RFID supone limitar el desperdicio o pérdida de piezas, la duplicación o reemplazo de pedidos, al tiempo que mejora la seguridad del sistema del oleoducto y de los trabajadores. Los datos generados por el RFID contribuyen a las inicativas Six Sigma de cálculo de errores para minimizar los defectos de gestión logística y mejorar los sistemas, métodos y procesos.