El Centro Espacial Kennedy (KSC) de la NASA descubrió, gracias al implante de Boeing, fabricante estadounidense de aviones y equipos aeroespaciales, debido a la necesidad de este último para localizar sus piezas en los talleres de la agencia espacial norteamericana, que la RTLS funciona en la localización de piezas y herramientas en espacios pequeños. El implante se hizo debido a la necesidad de rastrear 279 piezas, propiedad de Boeing, de entre el universo de herramientas que se utilizan en los talleres de la agencia. Un proceso que tomaba más de 2 horas a 23 personas mientras otras 90 aguardaban se ha abreviado a algunos segundos y con capacidad para identificar piezas en espacios tan reducidos como un pié cúbico, lo que les hizo considerar utilizar la medida en el espacio, lugar en que la falta de gravedad dificulta el almacenaje, orden y localización de herramientas o piezas.