Cerca del 50% de los ejecutivos bancarios consultados en este informe (que ha abarcado a los 20 bancos europeos de mayor relieve) señaló que calibrar el rendimiento individual de las sucursales era el desafío más acuciante para la banca al por menor, mientras que un 36% resaltó que la monitorización del rendimiento global del negocio era su máxima prioridad.
Un 64% de los responsables consultados también considera relevante la mejora del servicio al cliente. Algo más de la mitad, un 52%, enumeraron también la mejora de las ventas como una prioridad. La necesidad de obtener un mayor dominio sobre el rendimiento del negocio es vista, sorprendentemente, como una prioridad por encima de cuestiones como la conformidad normativa o la innovación de producto, que recibieron un 17% y un 10% del apoyo de los entrevistados, respectivamente.
“El estudio ha puesto de manifiesto algunos hallazgos significativos. Mientras que la conformidad ha sido el principal motor del gasto en TI en el sector en los últimos años, los bancos ahora se están centrando en medir los pilares que dirigen el negocio, como el servicio al cliente y las ventas.” Señala Bill Bradway, vicepresidente del Grupo de Prácticas Bancarias en Financial Insights “Resulta importante ser capaz de mejorar el rendimiento en estas áreas para asegurar que los objetivos globales del negocio se cumplen”
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