Kraft es una compañía de origen estadounidense que fabrica y distribuye productos con nombres tan reconocidos como las marcas Oreo, Ritz, DiGiorno y Kool-Aid. El reto para la compañía era asegurar el sabor y apariencia uniforme en sus productos tentempié, regulando los procesos de producción y asignando medidas numéricas para cuantificar el sabor, color, aroma y otros atributos para cada producto.
Para cumplir con dicho reto, la firma optó por las aplicaciones de SAS, las cuales evalúan las reformulaciones en las recetas, las mejoras en los productos y las tendencias del mercado, midiendo y determinando los niveles apropiados de dulzura, cremosidad, y grando en el que el producto es masticable y crujiente. Conozca el caso de estudio accediendo al enlace abajo citado.