Esta entidad, que comercializa más de 200 productos financieros, contacta con sus más de nueve millones de clientes a través de múltiples canales: internet, mailing, mensajes personalizados en la web, cajeros automáticos y una red de oficinas de 4.800 sucursales por toda España. Con SAS captura todo tipo de información de estos canales y los almacena en una base de datos inteligentes que maneja más de 200 eventos de comportamientos posibles de sus clientes y donde se registra cómo ha sido su relación durante 36 meses.
A partir de esta base de datos, se decide cuáles son los productos más interesantes para cada cliente y se le envía la propuesta comercial por el canal más adecuado según su perfil. También, identifica con seis meses de anticipación las posibles fugas, considerando casos anteriores y los movimientos del cliente en concreto que la hacen posible. De esta manera, La Caixa puede reaccionar lanzando acciones para retener a clientes deseados.