La asociación Rabobank, una cooperativa de varios bancos de los Países Bajos ha implementado un sistema de RFID para controlar la ruta del dinero que se distribuye a los cajeros automáticos. El sistema está dirigido a mejorar un punto clave en el transporte de dinero: la seguridad.
Antes, la empresa responsable del reparto de dinero no podía dar información a los bancos sobre los horarios de transporte por razones de seguridad. Por tanto, se necesitaba tener a una persona lista para recibir el dinero, una operación aún más difícil y arriesgada en cajeros en puntos donde no hay banco. Rabobank decidió utilizar un sistema de etiquetas de RFID adheridas a los bolsos cerrados utilizados para el transporte de dinero. Los cajeros por su parte están equipados con lectores de RFID para identificar los bolsos. De esta forma, Rabobank ha reducido costes y ha aumentado la seguridad de sus envíos.