La Agencia Tributaria de Cataluña (ATC) ha conseguido dar un impulso a su gestión impositiva gracias al uso de la analítica suministrada por Cloudera, la empresa de la Enterprise Data Cloud.
La ATC, que se encarga de gestionar, liquidar, inspeccionar y recaudar tanto los tributos propios de la Generalitat de Cataluña como los del Estado, siempre ha tenido una visión de futuro basada en los datos. La Agencia ha aplicado la analítica de datos en la detección del fraude, en el seguimiento de la recaudación de impuestos y en la facilitación de los trámites a los ciudadanos.
En el pasado, la ATC contaba con diferentes aplicaciones para la gestión de los datos, cada una con su propio lenguaje. Esto provocó la creación de silos, que la organización unió a través de proyectos individuales de inteligencia empresarial (BI) para tratar de unificar la información. De este modo, la ATC era capaz de extraer los datos, procesarlos e integrarlos para emplear la información que necesitaba, pero era cada vez más caro.
“El método que empleábamos no era sostenible. Descubrimos que había una forma distinta de hacer las cosas, aunando datos, construyendo una base de datos corporativa bajo una tecnología única que fuera capaz de aglutinar todas las fases del proceso,” asegura Javier Fernández de la Fuente, responsable de servicios de tecnología en la ATC.
La ATC decidió desplegar Cloudera Enterprise Data Hub Edition y Cloudera Stream Processing para reunir las cargas de trabajo analítico e integrar todos los conceptos de BI. Progresivamente se ha definido un modelo de gestión de datos maestros y un proyecto de data lakes, que engloba la parte operativa que da servicio a las aplicaciones de Business Intelligence (BI), y otro que concentra toda la información.
Este modelo de conocimiento construido con Cloudera ha permitido mejorar la eficiencia en muchos de los procesos de ATC, desde la lucha contra el fraude hasta la resolución automática de tickets, por ejemplo. Además, ahora la ATC cuenta con una herramienta de data quality y un repositorio documental para convertir los datos en conocimiento a mayor velocidad.
La nueva estrategia ha permitido mejorar los procesos de la ATC, de los que los ciudadanos son los máximos beneficiarios. “Hemos llegado a un modelo de trabajo donde somos muy eficientes, y ahora podemos implementar proyectos con varias tecnologías en pocos meses. Antes tardábamos años,” cuenta Fernández. “Por ejemplo, hemos implantado e integrado el censo de contribuyentes de la Agencia Tributaria de Cataluña en un trimestre, algo que antes podía requerir quince meses.»
“Ahora la ATC es capaz de procesar datos a una velocidad y ritmo que en el pasado era inviable. La tecnología de Cloudera permite además hacer cruces de datos, ejecutar analítica avanzada y procesos optimizados de re-ingeniería. Anteriormente estábamos mucho más limitados. La tecnología de Cloudera nos otorga capacidades que eran inimaginables,” destaca Fernández.
En las tareas de gestión documental se ha reducido hasta en 10 veces el coste del espacio. Los costes de infraestructura y licencias en la labor censal han pasado a ser cuatro veces menores. Los modelos de analítica mejoran la recaudación y las horas de trabajo.
La nube del Gobierno, el futuro
Aunque es un cambio progresivo, los organismos públicos tienen claro que el futuro debe ser cloud. No solo por la gestión más ágil y la optimización de la analítica, también para incorporar e integrar tecnologías que aglutinen todo el proceso de gestión, entrenamientos de algoritmos y capacidades de unidad de procesamiento gráfico (GPU).
La transformación digital se está dando de forma muy acelerada, y la ATC continúa implementando innovaciones. Se está trabajando en proyectos de automatización inteligente para el procesamiento de datos y la analítica. “Es difícil saber qué vamos a ser capaces de hacer en el futuro, pero hay muchas cosas que se pueden hacer ya. La clave es cómo aprovechar la tecnología de la mejor forma posible con lo que tenemos y en el momento en el que estamos,” apunta Fernández.