La forma habitual de trabajar en este sector es que los clientes interesados se dirijan a proveedores de Business Intelligence, que les ofrecen algún software específico de inteligencia de negocios. Esto obliga a los clientes: primero, a estar formados e informados de lo que son este tipo de herramientas, qué usos tienen, especificaciones, etc. Y, segundo, a tener contratado en plantilla a personal experto en la cuestión. Todo esto se traduce en: una fuerte inversión en producto (software) y una fuerte inversión en recursos humanos, lo cual convierte al Business Intelligence en un instrumento accesible sólo para grandes compañías.
La empresa Involve ofrece un sistema de trabajo, del que, de acuerdo con el comunicado de prensa, se están obteniendo buenos resultados. Se trata de un modelo de prestación de servicios en el que Involve no sólo ofrece a sus clientes tecnología, sino también la explotación de la misma. Por ejemplo, Involve dedica parte de su actividad a la planificación y optimización de rutas para personal que trabaja en exterior, como son los comerciales. Para esto, existen algunas tecnologías que propician el cálculo de rutas óptimas, que tienen en cuenta múltiples factores, por tanto, con una elevada complejidad computacional. Involve las conoce todas ellas y las usa. Sin embargo, lo que entrega a los clientes es el resultado en formatos sencillos (como Excel o Word) para su aplicación directa en la necesidades del día a día de la empresa, en el caso de las rutas, entrega calendarios con la planificación de las rutas para cada comercial, mapas con los trayectos, informes sobre los clientes, etc. Lo entrega periódicamente, cada vez que el cliente lo precisa.
Además, con el tiempo se mejora el servicio, se va puliendo hasta conseguir el resultado óptimo. Las consecuencias del empleo de un modelo de servicios sirve al cliente para ahorrar, en primer lugar, en personal muy especializado que conozca estas herramientas. Tampoco su plantilla tiene que perder el tiempo en estas actividades que no son su foco, simplemente obtienen los elementos del Business Intelligence que sí necesitan para su actividad (por ejemplo, dirigir un equipo comercial). El cliente no tiene que hacer una inversión fuerte en producto, como cuando adquiere un software concreto, ni está supeditado al uso del mismo indefinidamente. Aquí los costes se distribuyen en mensualidades y la tecnología usada puede ir variando, según las necesidades y la evolución del proyecto. Se trata de dar un nuevo enfoque a disciplinas tan especializadas con el Business Intelligence, para mejorar su accesibilidad al mercado, que está permitiendo el uso de estas herramientas por parte de un gran número de empresas.