Cuando los médicos quieren monitorear los niveles de actividad de un paciente, ya sea por medicina deportiva o por control de peso, por lo general tienen que depender de que el mismo individuo use un contador de pasos pequeños para conocer su rutina diaria. Así las cosas, investigadores de la Universidad Estatal de Michigan (MSU), han desarrollado un sistema que da un salto por delante de los métodos anteriores, utilizando una red de sensores RFID para rastrear no sólo los movimientos de diferentes partes del cuerpo, sino también su ángulo y proximidad entre sí.
El sistema incluye tres etiquetas RFID: una conectada a la parte superior del brazo de una persona, otra en una muñeca y una tercera en uno de los tobillos. Cada etiqueta se comunica con las otras dos, lo que permite al software del sistema calcular la cantidad de movimiento y el ángulo de las extremidades de una persona, así como determinar qué tan cerca están el uno al otro.