Estos beneficios incluyen un gran potencial para la obtención del ROI, mayor que el de otras muchas industrias, según el documento, debido principalmente a los precios relativamente altos de muchas prendas, unido a los márgenes de beneficio por ítem individual y a los largos volúmenes de artículos de moda que van a parar a retailers tradicionales como Wal-Mart, Metro o Tesco, que ya están apostando por la tecnología RFID.