Desde hace algunos años, inclusive previo a la implementación de Transantiago, un grupo de investigadores de la Pontificia Universidad Católica de Chile están desarrollando un proyecto interdisciplinario para mejorar el transporte público capitalino.
La iniciativa nace por el deseo de académicos de diferentes disciplinas (Transporte, Computación, Ingeniería Eléctrica) de explorar espacios de interacción, con el fin de hacer más eficiente la operación de los sistemas de transporte. Este interés fue avalado por la suposición que Transantiago integraría infraestructura especializada y tecnologías avanzadas, las cuales proveerían el fundamento para implementar estrategias de control sofisticadas capaces de mejorar el nivel de servicio a los usuarios.
El estudio incorpora la implementación de tecnología de punta, entre las que destacan la identificación por radiofrecuencia (RFID) y la biometría. Así las cosas, se están estudiando métodos basados en RFID para medir los tiempos de espera de pasajeros en paraderos, así como para obtener datos de origen-destino de los usuarios de un sistema de transporte público. En cuanto a las técnicas de biometría, éstas tienen como fin el reconocimiento de rostros, para generar una base de datos de la cara de los usuarios, la que podrá ser consultada para determinar la frecuencia y patrones de uso de cada uno.
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