Según explica Verónica Suesta en su artículo publicado en RFID Magazine «la tecnología de Identificación por Radiofrecuencia ha adquirido una gran notoriedad en los últimos tiempos, de tal manera que muchas empresas quieren estar al día con las últimas novedades y presumir que están implantando RFID para no quedarse atrás en el desarrollo tecnológico. Es la misma situación que cuando vemos un anuncio e impulsivamente tenemos deseos de comprarlo, pero es fundamental reflexionar y preguntarnos si realmente lo necesitamos y qué puede aportarnos, ya que, en primer lugar, la inversión a realizar es importante. Este es uno de los grandes errores de las empresas y uno de los motivos del fracaso de la implantación de la RFID».
Para Suesta, «la clave de la efectividad de la tecnología está en analizar cada uno de los procesos empresariales y determinar si dicha tecnología puede aportar mayores ventajas que la que aportan otro tipo de tecnologías de identificación o captura de datos más sencillas y menos costosas, como por ejemplo el código de barras. En caso de que la respuesta sea afirmativa, debemos seguir adelante con la tecnología RFID«.