Wiebe Alkema, vocero del ministerio de Justicia, explicó que se ensayará el método para acelerar los procedimientos en uso. En la actualidad, cuando la identidad de un extranjero está en duda, se lo detiene y se buscan sus huellas digitales en una base de datos inmigratoria.
Cabe destacar que en 2005, Holanda instituyó la obligatoriedad de portar el documento de identidad y en 2006 empezó a almacenar las huellas digitales tanto de ciudadanos como de inmigrantes autorizados y solicitantes de asilo.