Hace un tiempo en Malasia, un ladrón que intentaba robar un auto se enfrentó con el problema que requería la huella dactilar del dueño. Así las cosas, cortaron el dedo del dueño, para usarlo como llave. Este es solo uno de los problemas que puede traer el sistema de reconocimiento de la huella digital. Existen otros problemas menos sangrientas: las huellas digitales pueden ser copiadas utilizando cintas con pegamentos y el reconocimiento de Iris también puede ser vulnerado con las fotografías de alta definición.
Para hacer que los sistemas biométricos de acceso sean aún más seguros de los que actualmente se conocen, como el reconocimiento de huella dactilar o iris, se está avanzado en la utilización de un nuevo patrón: las venas del dedo. Un sistema desarrollado por Hitachi transmite luz infra-roja en una parte del dedo que está siendo escaneado, la cual es absorbida por la hemoglobina en la sangre causando que el patrón de las venas del dedo de la persona sea mostrado en líneas oscuras. Se espera que está tecnología sea utilizada para sistemas de apertura de puertas, en computadores personales y en automóviles.