Las soluciones BPM están diseñadas para apoyar procesos estructurados: workflows que siguen reglas formales (rígidas) que indican quién puede hacer tal o cual cosa, políticas (leyes) y procedimientos.
Las soluciones estructuradas de BPM se adaptan perfectamente para automatizar los workflows formales, como por ejemplo inscripción, conformidad y costos. Sin embargo, las soluciones estructuradas de BPM no fueron diseñadas para apoyar los workflows que cambian constantemente, como por ejemplo el seguimiento de acciones o la gestión de proyectos, que componen el 80% de un día laborable de un empleado medio.
Hoy día, muchas organizaciones utilizan el e-mail para gestionar el trabajo dinámico. Pero el email ofrece niveles inadecuados de control, visibilidad y responsabilidad. Un estudio encontró que el 43% de las personas han resultado con algún tipo de enfermedad debido a la tensión y el estrés que produce el e-mail.
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