Lopera añade que algunas compañías, sabiendo que esta recomendación estaba en proceso, han retrasado desarrollos de aplicaciones basadas en RFID que beneficiarían tanto a los consumidores como a los negocios por igual. Beneficios como son la reducción de precios, la mejora en la disponibilidad del producto, envíos más rápidos, y los beneficios post-venta que pueden ser una mayor velocidad en la atención y mejoras en las reparaciones. Hubiésemos preferido una Recomendación que hiciera mayor énfasis en este desarrollo, pero elogiamos a la Comisión por el reconocimiento formal de los beneficios de la RFID, y por posicionar correctamente a la RFID como un bien social que debería ser contemplado».