Esta experiencia se enmarca dentro del programa EPC Advance Strategy mediante el que la casa matriz de Gillette, Procter & Gamble, está abordando la aplicación de la tecnología RFID a sus distintas gamas de productos. En este caso, Gillette colocó tags en las cajas y palés que contenían su maquinilla Fusion enviándolos a 400 centros de distribución de dos clientes en EE.UU. que participaron en este piloto.
También utilizó la RFID para distribuir los displays promocionales que se colocan en los puntos de venta, una acción que suele realizarse en catorce días y que se cerró esta vez en tan sólo tres. En uno y otro caso, la distribución de Fusion se ha realizado un 90% más rápidamente que la media habitual en el lanzamiento de nuevos productos.
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