El usuario accede a la aplicación mediante su teléfono móvil, aunque también sería posible hacerlo desde un cajero automático, y envía el código de transacción al dispositivo móvil del receptor. Éste, a su vez, se dirige a un cajero automático, introduce el código enviado por SMS y la extracción monetaria queda autorizada. Esta aplicación puede satisfacer las necesidades de algunos clientes de bancos ubicados en países en vías de desarrollo, ya que permiten al propietario de una cuenta (por ejemplo, un padre en una familia) enviar dinero a otras personas que no dispongan de una cuenta bancaria propia.
Carlos Eres, Director General de GFT en España, comenta que “en un país donde la venta de smartphones ya supera la de ordenadores y donde su uso registra una penetración del 46,3%, según el informe de Telefónica, “La Sociedad de la Información”, no es de extrañar que los bancos innoven en la realización de pagos mediante el móvil. Es el momento de que los bancos puedan ofrecer nuevos métodos de pago, especialmente para ganar protagonismo en esta nueva área de pago móvil frente a empresas de telecomunicaciones, de Internet, compañías de crédito, etc., que están proponiendo nuevos sistemas y se están llevando cuota de mercado”.